Campaña de publicidad - Violencia contra el genero
Campañas sobre la violencia intrafamiliar abundan en el mundo, pero no dejo de sorprenderme de la calidad que los publicistas tienen para impactar sobre un tema notorio en la sociedad moderna.
Aunque en nuestras mentes pensar que esto no puede ocurrir en comunidades cristianas, o iglesias la verdad es que yo mismo conozco testimonios de primera mano donde esta problematica ataca parejas conocedoras del evangelio.
El mensaje aqui es tomemo en serio este problema y dejemos de pensar, tambien que es un problema exclusivo de las mujeres. El caso es tambien para algunos hombres con mujeres dominantes.
La fuente es
Sra. Rushmore
«Vivimos tiempos oscuros», aseguran en esta agencia, elegida por el Comité Olímpico Internacional para transmitir los altos valores que le inspiran. «En los aviones ya no te dan un cuchillo de metal, por lo que pueda pasar», continúan sus miembros.
«¿Debería ocurrir lo mismo en las casas donde vive una mujer asustada?», reflexionan. Dejando la respuesta abierta, pretenden incidir en uno de los principales propósitos de sus producciones: trascender. «Creemos en la publicidad para la gente de la calle. El triunfo de una campaña es que se comente en la oficina.»
Kitchen
Los creativos de esta agencia se muestran alarmados por «la normalidad que está adquiriendo en nuestros días» este problema, una normalidad que consigue «poner los pelos de punta».
Por eso, y con el propósito de «despertar socialmente», sugieren: «Quizá si un día alguien se plantea que pueden salir las presentadoras del telediario maquilladas como mujeres maltratadas, o si tratamos de dar un puñetazo a la indiferencia, quizá, y sólo quizá, consigamos despertar... O igual para entonces ya estaremos demasiado dormidos».
*S,C,P,F...
Un elemento sencillo –una camiseta– con un mensaje contundente: Yo pego a mi mujer. La propuesta de esta agencia –que en 12 años de vida cuenta ya con 10 Leones de Cannes, el festival de publicidad más importante del mundo– busca, bajo la apariencia de normalidad que transmite la familia protagonista, «sensibilizar a la sociedad sobre un problema que en demasiadas ocasiones pasa desapercibido».
Su deseo es claro: «Ojalá hagamos que los casos de violencia de género dejen de estar escondidos, para que de esta forma podamos acabar con ellos».
Aunque en nuestras mentes pensar que esto no puede ocurrir en comunidades cristianas, o iglesias la verdad es que yo mismo conozco testimonios de primera mano donde esta problematica ataca parejas conocedoras del evangelio.
El mensaje aqui es tomemo en serio este problema y dejemos de pensar, tambien que es un problema exclusivo de las mujeres. El caso es tambien para algunos hombres con mujeres dominantes.
La fuente es
Sra. Rushmore
«Vivimos tiempos oscuros», aseguran en esta agencia, elegida por el Comité Olímpico Internacional para transmitir los altos valores que le inspiran. «En los aviones ya no te dan un cuchillo de metal, por lo que pueda pasar», continúan sus miembros.
«¿Debería ocurrir lo mismo en las casas donde vive una mujer asustada?», reflexionan. Dejando la respuesta abierta, pretenden incidir en uno de los principales propósitos de sus producciones: trascender. «Creemos en la publicidad para la gente de la calle. El triunfo de una campaña es que se comente en la oficina.»
Kitchen
Los creativos de esta agencia se muestran alarmados por «la normalidad que está adquiriendo en nuestros días» este problema, una normalidad que consigue «poner los pelos de punta».
Por eso, y con el propósito de «despertar socialmente», sugieren: «Quizá si un día alguien se plantea que pueden salir las presentadoras del telediario maquilladas como mujeres maltratadas, o si tratamos de dar un puñetazo a la indiferencia, quizá, y sólo quizá, consigamos despertar... O igual para entonces ya estaremos demasiado dormidos».
*S,C,P,F...
Un elemento sencillo –una camiseta– con un mensaje contundente: Yo pego a mi mujer. La propuesta de esta agencia –que en 12 años de vida cuenta ya con 10 Leones de Cannes, el festival de publicidad más importante del mundo– busca, bajo la apariencia de normalidad que transmite la familia protagonista, «sensibilizar a la sociedad sobre un problema que en demasiadas ocasiones pasa desapercibido».
Su deseo es claro: «Ojalá hagamos que los casos de violencia de género dejen de estar escondidos, para que de esta forma podamos acabar con ellos».
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