Necesitamos aun de los predicadores de bus?



Esta mañana vengo en mi transporte como todos los dias pero sin escuchar musica, asi que aprovecho el tiempo para meditar sobre muchas cosas.

Despues de aproximadamente 7 minutos de viaje una voz al fondo interrumpe una mañana comun; inicialmente sonaba como un vendedor que promocionaba productos o pedia ayuda.
"Señoras y señores buenos dias" comenzo a decir; tipica frase de inicio pero a los segundos de oir esto me lleve una sorpresa cuando comenzo hablar de Cristo.

Mi primera reaccion fue "Hey!!! esto no se hace aqui" y seguido de eso una serie de reacciones a mi primera impresion me hicieron cuestionarme bastante sobre lo que hacia como Cristiano. ¿acaso me estaba avergozando del evangelio?.

Ella estaba en 1/2 de un transporte público a las 8:00 de la mañana, un miercoles exponiendo una realidad sobre la humanidad apartada de Dios, hablando en medio de miradas incomodas, en medio de otros cristianos como yo que se sentian que no estaban haciendo nada para la obra.

Alrededor de ella habia personas hablando por celular, otras como el conductor miraba frecuentemente por el retrovisor tratando de localizar de donde venia la voz, otros ni la miraban.
Por dentro pensaba si yo tendria el valor de hacer lo mismo, pensaba sobre que o quien la llevo a tener ese arranque de predicar, bueno muchas cosas se me pasaron por la cabeza pero dentro estaba tambien una incomodidad de creer que ese no era el lugar, ni el momento adecuado. Mi mente era una maraña de sentimientos encontrados y de versiculos atravesados; por ejemplo el versiculo "prediquen a tiempo y a desatiempo" se enfretaba con "no boten las perlas a los cerdos".
Cuando llego a la "oracion de entrega" pense en el rostro de esa voz e imagine verla con sus ojos cerrados y toda su fe puesta en creer que muchos estaban entregando su corazon a Cristo en ese momento, pero tambien pense en las personas que habian escuchado ese mismo discurso en muchas ocasiones y que se convertia en algo comun de oir; pense... si un mensaje dado por Jesus o por uno de sus discipulos, o por un pastor como Billy Graham causaria esa reaccion de "poco interes" que veia en otros y que yo mismo sentia.

Lo de perlas a los cerdos lo pense x que creo q hablar de Jesus siempre debe de dar fruto. Se debe saber donde y en que momento esparcirla para no desperdiciarla, o para volverla algo de poco valor. Ya saben que los diamantes son llamativos por que son escasos y aunque no puedo comparar un objeto de estos con la semilla de predicar, creo q muchos pastores y canales han vendido la fe como un producto de supermercado volviendola algo "comun".

Acaso esta chica podria estar dandole la perlas a los cerdos?.

Despues de abrir las puertas del bus busque con mi mirada a esta persona y note que a lo lejos y con afan se dirigia hacia su lugar de trabajo. Mire los rostros de las personas que bajaban conmigo y buscaba alguien que tuviera un rostro reflexivo despues de escuchar verdades biblicas y versiculos que hablaban sobre un Dios de amor que deseaba acercarse a ellos, pero ninguna de esas personas que tan solo habian dado unos pasos fuera tenia esa expresion en sus caras.

Asi que pense: por que tan facil olvidaron ese llamamiento? Quien estaba mal? ella que hablo sobre algo evidente? o yo que siempre guardo silencio y puedo estar en el grupo de los cristianos 007?

Los comentarios de los lectores siempre son importantes en mi blog:
MoniR dijo...

El artículo me lleva a la siguiente reflexión:

Está claro que, no debemos echar las perlas a los cerdos y debemos saber en qué momento, lugar y de qué forma hablar de lo maravilloso que es aceptar a Cristo como Señor.
Estoy totalmente de acuerdo con esto pero, me inquieta un poco pensar cuántos de nosotros oramos pidiendo la ocasión, lugar y modo de predicar... Realmente nos interesa hacerlo? Queremos que también otros se salven?

No sé si la chica que predicó en el bus lanzó la red hacia el lugar correcto, pero, la osadía que tuvo es de admirar.


Comentarios

  1. El artículo me lleva a la siguiente reflexión:

    Está claro que, no debemos echar las perlas a los cerdos y debemos saber en qué momento, lugar y de qué forma hablar de lo maravilloso que es aceptar a Cristo como Señor.
    Estoy totalmente de acuerdo con esto pero, me inquieta un poco pensar cuántos de nosotros oramos pidiendo la ocasión, lugar y modo de predicar... Realmente nos interesa hacerlo? Queremos que también otros se salven?

    No sé si la chica que predicó en el bus lanzó la red hacia el lugar correcto, pero, la osadía que tuvo es de admirar.

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